Leonidas Orellana

Leonidas Orellana Castro (1964)
Quinua, Ayacucho
Cerámica

Perteneciente a una familia de artistas ceramistas, Leonidas Orellana Castro, natural de Quinua, desde pequeño jugaba a dar forma al barro decor andolo todo con detalles de la iconografía Wari. Hecho jóven, recibió la influencia de artistas locales como Arturo Pizarro y Leoncio Tineo, quienes transmitieron en él los detalles de la cerámica tradicional de Quinua.

A mitad de los años 80 se encontraba estudi ando en la Universidad Nacional San Cristobal de Huamanga. Eran años del terrorismo en el Perú y tanto él como sus compañeros de clases eran amenazados constantemente. Una noche, tras ser avisado que lo estaban persiguiendo, huyó a Lima en el camión donde su hermano mayor transportaba artesanías para comerciar. Días después, se enteró que sus compañeros habían sido asesinados por terroristas la misma noche en que el huyó a Lima.

Ya en Lima y junto a sus hermanos se inició como ceramista. En un primer momento, reproduce piezas de cerámica en miniatura. Más adelante, habiéndose instalado en un taller en los Huertos de Villa (Chorrillos) mejora los procesos de producción, lo que le tradujo en mejoras económicas.

Leonidas no ha parado de especializarse en su trabajo de ceramista. Ha estudiado en Artes plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes, Escultura contemporánea en el Centro Cultural de la Universidad Católica del Perú y Administración de Empresas en el Instituto Peruano de Administración de Empresas.

Leonidas ha participado en exposiciones tanto en Perú como en extranjero, asimismo ha sido ganador de diversos concursos, entre los más importantes: su segundo lugar en con Concurso de Cerámica de Ayacucho, Primer lugar en el Premio de Arte Popular Raymi Inti Nacional en 1993 y en 1996, y en este último año, 2014, el premio “Medalla Joaquín López Antay” por su esmerada labor en la contribución de su trabajo al desarrollo de la línea artística de la cerámica.

Y es que Leonidas, es un maestro. Hoy en día lo podemos encontrar en su taller en Villa, donde también se encuentra su casa, enseñándole a muchos jóvenes, además de a sus hijos, el arte de ser ceramista